miércoles, 20 de julio de 2011

IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL (TREVIAS)


La iglesia de San Miguel, el templo parroquial de Trevías, fue consagrado el 21 de marzo del 1.000 después de Cristo, siendo sus fundadores los condes Gundemaro Pinioliz y Mumadomna. De su primera fábrica tan sólo conserva un panteón de transición del románico al gótico.

Posee una de las lápidas conmemorativas más antiguas de Asturias, la cual dice:
 

“Bajo el auxilio de Dios, este es el templo que fue edificado por el siervo de Dios Gundemaro y Mumadomna y se echaron los cimientos (el monasterio) que será edificado con la Iglesia (San Miguel Arcángel), y en este altar se guardan las reliquias, trozo de cruz del Seños San Salvador, de Pedro y Pablo, Santo Tomás Apóstol, San Mateo, Santa Marina, San Pelayo y San Miguel. Exactamente fue terminada esta iglesia el doce antes de las Kalendas de abril de la era treinta y ocho. Quienquiera que en este lugar orare por otros, si se acuerda de nosotros, también asegura (en nosotros) un protector en la otra vida”.

La iglesia actual, rehecha en el siglo XIX y reformada y ampliada en el transcurso del siglo XX, posee planta rectangular con tres naves —más ancha y alta la central que las de los flancos—, separadas por arcos de medio punto apoyados en pilares. Culmina en cubierta plana y bóveda de arista.

Al exterior luce pórtico cerrado a los pies, con tres vanos enrejados de ingreso en arco de medio punto y, sobre ellos, en el piso superior, otros tantos huecos, cuadrados en este caso. Frente al pórtico se mantiene una Cruz de buenas proporciones, realizada en 1786 según la inscripción de su base.

El actual campanario, reloj incluido, no puede ser menos agraciado desde el punto de vista arquitectónico pero el párroco Don Antonio Couso, quien bautizó a tres generaciones, hacia el año 1928 se empeñó en poner un reloj al antiguo campanario para que así todos sus “felegreses” pudieran ver y escuchar la hora. El antiguo campanario, de aspecto romámico, tenía tres cuerpos; el inferior, con una ventana en forma de ojo de buey para dar luz al interior del templo, el medio con un espacio donde se albergaban las campanas, y el superior con un simple arco de medio punto de clara inspiración románica, y donde pudieron haberse instalado el reloj. Pero el párroco consideró que el reloj se vería poco en ese espacio intermedio y encargó un proyecto para derribar el antiguo campanario y construir uno nuevo en el cual el reloj brillara con todo su esplendor. El cura consiguió de la curia de Oviedo el permiso para llevar a efecto el proyectado campanario y ,a pesar de la polémica popular y de la oposición de los arquitectos de Oviedo frente a los de Luarca, el proyecto de llevó a efecto. Así en 1929 se desmontaron los sillares del antiguo campanario con forma de espadaña hasta llegar a su aspecto actual.

Merecen destacarse tres retablos barrocos: el retablo mayor (1749), del Arcángel San Gabriel, situado en el ábside, que acoge en tres hornacinas las imágenes de San Blas (a la derecha), San Miguel (centro) y Santa Lucía (izquierda); el retablo del Cristo, de 1766, que se sitúa en la nave derecha, y el del Rosario, de 1738, presente en la nave izquierda.

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