Este templo, así como la casa rectoral-hospital de peregrinos adyacente, constituyen uno de los más notables conjuntos barrocos eclesiásticos de Asturias.
Construida en el siglo XVIII, sobre el Camino de Santiago del litoral y a la altura de Soto de Luiña, es de tipología similar a la de San Martín de Luiña.
Consta de tres naves, crucero, cabecera semicircular coronada por bóveda estrellada, poseyendo torre a los pies y pórticos a los lados soportados por finas columnas apoyadas en banco corrido.
En la torre, destaca la decoración de la puerta barroca y las hornacinas, que poseen estatuas de piedra que representan a San Vicente, San Martín Obispo, San Antonio de Padua, San Pedro y San Pablo, y San Juan Bautista. La figura de la Virgen con el Niño se exhibe más arriba, entre las campanas.
Culminan la torre una llamativa cornisa, provista de gárgolas en forma de cabezas de leones y dragones, y por encima, el chapitel poligonal en cuya cúspide muestra un gigante de piedra sobre el que va la cruz de remate.
Dentro del templo destaca grupo de retablos barrocos (s. XVIII): el mayor, dedicado a la Virgen de la Humildad, con una sobresaliente talla de San Vicente Ferrer, y, flanqueándolo, uno consagrado a la Adoración de los Pastores y otro al Rosario. Aquí se guardan joyas de gran valor, como una custodia de 1614 y una cruz procesional de 1712.
En la contigua Casa Rectoral, antiguo hospital de peregrinos, hay restos de pinturas al temple en la planta baja.
En la contigua Casa Rectoral, antiguo hospital de peregrinos, hay restos de pinturas al temple en la planta baja.
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